BILL MORTIMER
¡No deberían saberlo! Justo a la mitad de mi más largo programa para construir músculo y reducir grasa, mi jefe me manda 3,000 millas al otro lado del país a una convención de ventas. No había viajado desde que comencé en el fisicoconstructivismo y no sabía lo que me esperaba; yo era el “Sr, Nunca deja de entrenar” y el “Sr. Ultímate Nutrition” Mi esposa incluso había donado parte de nuestra cocina por mis suplementos.
Poco después de que el avión despego supe que este sería el primero de muchos viajes de negocios. Cuando me sirvieron el desayuno me di cuenta de que estaba en problemas: había más sal, azúcar y aceite en esa pequeña charola de lo que pasaba por mis labios en un mes; ¡Ay, bueno! El chico tiene que comer.
La cena de esa noche fue ofrecida en un popular “steak house” y bar; las dos primeras horas me ahogue en agua mineral mientras mis compañeros se paseaban por alcoholizadas memorias de días imaginarios de futbol en la secundaría.
Finalmente, la ya ordenada comida llegó: una ensalada bañada en aceite hidrogenado , papas cubiertas de mantequilla y queso y un filete supe cocido con un tamaño que le causaría a mis arterias un ataque .
En los siguientes días mi pesadilla nutricional continuó y después de una semana mi débil, explotado y constipado cuerpo bajó del avión; estaba enojado conmigo mismo porque no supe, hasta que cheque mi salida del hotel, que este contaba con un mini-gimnasio ,sauna y piscina. He aprendido mucho desde ese primer viaje, hace ya varias tarjetas de cliente frecuente.
Hagamos el mismo viaje otra vez pero ahora con mas sapiencia: previne a mi agente de viajes e que avisara a la línea aérea que estaba yo llevando una dieta especial, baja en sodio y grasas; prepare lo que llamo mis pequeños paquetes sorpresa para llevar que incluyen: tabletas de hígado desecado aminoácidos, vitaminas y minerales. A bordo del avión me identifique yo mismo con la azafata como la “prima donna” con la dieta especial ; poco después me sirvieron un trozo de pescado hervido, pan de trigo, jugo y yogurt bajos en calorías; todo esto junto con mi paquete sorpresa y había tenido un desayuno perfecto. Poco antes de aterrizar tomé 10 aminoácidos extras con jugo para mantener mi nivel de nitrógeno alto hasta la cena.
Por la tarde me encontré en la misma vieja taberna, pero esta vez, sin embargo ,busqué al jefe de meseros y preordene algo de menú; cené carne asada a la naranja, papas horneadas y vegetales hervidos. Mis compañeros explotaron seleccionando los cortes de carne. La mañana siguiente tome un puñado de aminoácidos con un taza de café, fui al mini-gym e hice un buen entrenamiento.
Más tarde llegué al salón de conferencias donde se daba un buffet: me ayude a mí mismo tomando 10 huevos cocidos (sin las yemas), un plato de fruta fresca y mi paquete de suplementos. Para el almuerzo, solicité previamente al cocinero de prepararme un buen plato de pez espada pasta y melón relleno de frambuesas. Pueden apostar que mis amigos estaban maravillados con la atención especial que tenia ; esta vez, al bajar del avión, me sentí y me veía genial.
Cuando viajes planéalo; no olvides tu paquete de suplementos y tu ropa para el gimnasio; además exige una dieta especial, es tu dinero y tu cuerpo, no es una prueba de vestuario. No caigas en lo que todo el mundo cae, tu eres después de todo una persona especial. Y no olvides empacar un par de revistas MuscleMag para hacer una nueva y monstruosa rutina cuando regreses a casa.
Tomado de musclemag
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